La estrategia de producción
la describe como "un plan de acción a largo plazo para la función Producción
en el que se recogen los objetivos deseados, así como los necesarios cursos de
acción y la asignación de los recursos, cuyo requisito fundamental es
contribuir al logro de los objetivos globales de la empresa en el marco de su
estrategia empresarial y corporativa, dando como resultado un patrón
consistente para el desarrollo apropiado de las decisiones tácticas y
operativas del subsistema.
La estrategia de producción
puede ser fuente de ventajas frente a los competidores en la medida en que
apoya la puesta en práctica de la estrategia competitiva. En el segundo caso,
la formulación de la estrategia competitiva y el logro de ventajas de carácter
sostenible tiene su origen en los recursos desarrollados en el área de
fabricación y, en consecuencia, la estrategia de producción participa de forma
activa tanto en el proceso de formulación como de puesta en práctica de la
estrategia competitiva.
Su selección se refiere,
específicamente, al objeto de estudio que se pretende investigar, es decir,
quien será medido o evaluado en una investigación. En el contexto de la
estrategia de producción se han utilizado diferentes unidades de análisis. Sin
embargo, la mayoría de los investigadores han coincidido en describir a la
fábrica, planta o instalación productiva, como la unidad de análisis
fundamental.
En términos generales, las
unidades de análisis sobre las que se formulan e implementan las estrategias de
producción se conocen como unidades estratégicas de fabricación (UEF), haciendo
referencia al estudio de la unidad estratégica de negocio (UEN) desde el punto
de vista funcional de la fabricación la clave para comprender el grado de
concentración de una planta industrial es la UEF, pudiendo existir diferentes
tipos de estas en función de la tipología de productos, los procesos utilizados
en su fabricación, así como las prioridades competitivas perseguidas.
De acuerdo con los
diferentes trabajos, tanto teóricos como empíricos, sobre la estrategia de
producción y partiendo del hecho, de que las empresas manufactureras implementan
sus estrategias productivas a nivel de planta industrial, pudiendo incluso,
poseer dos o más plantas con estrategias diferentes, en el marco de una misma
unidad estratégica de negocio, se puede definir como unidad estratégica de
fabricación (UEF) a toda planta o instalación productiva que, transforma unos
inputs (materiales, humanos e informativos) en bienes y servicios.
El principal mérito de ha
sido el de proclamar la necesidad de incluir a la producción en la
estrategia es el eslabón que falta en la
estrategia corporativa.
Hill propone un marco
conceptual también de gran influencia, donde se concibe la estrategia de
producción como un proceso de cinco etapas esenciales, a saber:
Ø Definir
los objetivos corporativos / empresa.
Ø Determinar
las estrategias de marketing para alcanzar estos objetivos.
Ø Evaluar
cómo los diferentes productos atraen los pedidos frente a los competidores.
Ø Establecer
la forma más apropiada de fabricar estos productos (elección del proceso).
Ø Proporcionar
la infraestructura de fabricación necesaria para apoyar la producción.
Las ideas básicas son las
mismas: el enlace de la estrategia de producción con la corporativa y de la
unidad de negocio, las prioridades competitivas, las decisiones estructurales
(elección de proceso) y las infraestructurales; pero tiene algunas
contribuciones importantes. La principal de ellas se refiere a las prioridades
competitivas, pues se diferencian dos tipos de objetivos. Por una parte, están
los denominados criterios ganadores de pedidos (Order-Winning Criteria), que
serán aquellas dimensiones en las que, cuando una empresa mejora en ellas, el
mercado lo valora positivamente y, en consecuencia, se captan nuevos clientes.
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